Un intérprete es un mediador lingüístico gracias al que personas que hablan idiomas distintos pueden comunicarse de forma fluida. Estas son las modalidades de interpretación más frecuentes:
El intérprete consecutivo realiza su labor tomando notas del discurso del orador, traduciéndolo posteriormente. Esta modalidad resulta la más adecuada para reuniones con pocas personas, conferencias de prensa y otros actos de corta duración.
El intérprete simultáneo traducirá de forma fluida el discurso al idioma de destino, al mismo tiempo que el orador. La traducción simultánea suele requerir cabinas y un equipo completo de sonido y megafonía. Puede utilizarse en cualquier tipo de evento, aunque se presta de forma ideal a los congresos, seminarios y conferencias con alto número de participantes, así como a la interpretación en radio y televisión.
La interpretación de enlace se puede llegar a considerar como una modalidad de la interpretación consecutiva, pero la diferencia reside en que el intérprete de enlace suele trabajar de forma bidireccional. Es la variedad más apropiada para eventos con pocos interlocutores, donde el papel del intérprete es especialmente relevante.
Es una modalidad de interpretación simultánea a la que se recurre cuando tan solo una persona (dos como mucho) precisa traducción. El intérprete se sienta a su lado y le va susurrando el discurso al oído.